Año 1944. En la República de Salò, República Social Italiana, se reúnen los cuatro hombres más poderosos de la localidad: el presidente (Aldo Valetti), el duque (Paolo Bonacelli), el obispo (Giorgio Cataldi) y el juez (Umberto Paolo Quintavalle). Estos cuatro personajes, libres de toda atadura moral y con el suficiente poder para hacer y deshacer todo lo que se les antoje, deciden encerrarse en una mansión junto a cuatro maduras ex prostitutas, cuatro guardias armados, cuatro colaboradores, cuatro sirvientas, dieciocho prisioneros (nueve muchachos y nueve muchachas hijos e hijas de partisanos) y sus propias cuatro hijas, siendo dos del presidente, una del juez y la última del duque. El objetivo es dar rienda suelta a sus perversiones a medida que se les presenten y demostrarse a sí mismos su total autoridad en un nuevo mundo de sumisión y horror que ellos mismos han creado y en el que cualquier oscura idea se puede llevar a la práctica sin ser juzgados más que por sus víctimas…Obra póstuma de Pier Paolo Pasolini que inició con Salò o los 120 Días de Sodoma su Trilogía de la Muerte, de la que fue su única pieza tras ser asesinado poco antes de ser estrenada. Planteada como una crítica a cualquier tipo de poder establecido, la película se sirve del uso de la metáfora como forma de expresión, llegando a escenificar auténticas atrocidades para denunciar algunos aspectos de la sociedad moderna y de sus formas de gobierno y de control e implicando al espectador quizá más de lo que pueda desear.

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